miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sindicalismo

por Fabián Casas


No te dejes engañar
por el papel brilloso de los chocolates
ni la vista iluminada de la ciudad cuando oscurece.
No te distraigas
con los que se fotografían en familia,
alzan trofeos,
o se muestran seguros
en las revistas de mucho tiraje.
Que tu corazón esté
con los que viven solos,
los que saben que un par de tragos
jamás abolirán el azar
y por eso forman parte de este estúpido club.