domingo, 9 de agosto de 2009
Montevideo
Tiempo charrúa. Llegué a Montevideo hace una semana y parece que hubiera pasado un siglo. Se alenteja el mundo en la ciudad vieja, el río de la plata es un mar de barro y algas, las casas parecen pintadas con pasteles. Me calza bien este modo oriental, sin estridencias pero sin omisiones, un pulso intermedio entre la parranda tribal de arriba y la nostalgia suicida de abajo.
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2 comentarios:
Qué arte.
Uruguay, México... Maldito nómade, contáte algo de la cucha loquito, si no no va, da mucha envidia insana la cosa, jeje.
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