domingo, 13 de abril de 2008

Monserrat

por ote


Aquí estallan las bolsas de basura
como estómagos heridos,
el pan en la baldosa,
los frascos, la ensalada,
restos de un almuerzo ajeno
que el bisturí del hambre desordena.
Por la noche el barrio es un quirófano,
una sala de rabia intensiva,
una guardia de cartón;
yo veo mis despojos como gasas,
inútiles en la hemorragia de la historia;
reconozco mis piezas, mis envases,
pedazos del día consumido,
pequeños cadáveres del hogar
aún tibios en la sombra.
Ahora el barrio se desangra,
se pudre lentamente,
y a mi calle llegan perros
que pasan, olfatean y se pierden
arrastrando sus lenguas
por el piso.

jueves, 10 de abril de 2008

Más Pessoa

“Cultivo el odio a la acción como una flor de invernadero. Me jacto ante mí mismo de mi disidencia con la vida” (Fragmento 103, del “Libro del desasosiego”).

lunes, 7 de abril de 2008

Repercusión mediática

Caída libre

por ote


y encontrarse así de pronto,
de pie y entibiando la losa

qué escándalo

la diestra
contra el azulejo,
la zurda un poco más abajo,
rendido el esqueleto hacia delante

acá se van los bailes, las canciones,
la noche acumulada en cada copa

se va la madrugada detrás del remolino,
se pierde para siempre
en la baraja

caída libre del sueño en las burbujas

golpazo del alma contra el día

escandalosa recepción del cuerpo
en la mañana

Pessoa

“A veces me sucede, y siempre que me sucede es casi de repente, que en medio de las sensaciones me brota un cansancio tan terrible de la vida, que no tengo ni siquiera la más mínima idea de cómo dominarlo. Para remediarlo, el suicidio parece incierto; la muerte, aun cuando suponga la inconsciencia, es poco todavía. El que siento es un cansancio que ambiciona, no el dejar de existir –lo que puede o no ser posible-, sino una cosa mucho más horrorosa y profunda, como es el no haber siquiera existido nunca, no haber sido nunca de ninguna manera”. (Fragmento 140, del “Libro del desasosiego”)

domingo, 6 de abril de 2008

Otra vez en casa

“La historia de un hombre es un largo rodeo alrededor de su casa”. (Héctor Tizón, La casa y el viento)

sábado, 5 de abril de 2008

Constitución

por ote


La carne del prójimo,
toda la carne junta, abarrotada,
guisándose en el caldo lento de la tarde.
Sobre las vías recias, en los vagones,
la carne presa en la carne,
los brazos repetidos, la fatiga,
los cuerpos alineados sin concierto,
un enjambre de piernas gastadas
que vuelven del salario
y la obediencia.
Por el curso rígido del hambre,
por el cauce severo del hierro y la pobreza,
los huesos que regresan en silencio,
el día clausurado finalmente,
la vuelta a casa.

Tostadas de pan blanco